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C

CHICHARRO GUISADO

al estilo del abuelo Nemesiano

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INGREDIENTES PRESENTACIÓN

 

  • Un par de chicharros grandes

  • Dos o tres huevos

  • Sal

  • Aceite

  • Ajo

  • Perejil

  • Pimentón (dulce y picante)

  • Harina

  • Laurel

PREPARACIÓN

      Esta es una receta tradicional de Villademor (León). Yo la aprendí de mi madre Nina y ella, al parecer, la aprendió de mi abuelo Nemesiano. Es muy sencilla y sobre todo muy barata. Es propia de los años del hambre. Pero no por eso es menos sabrosa y menos sana. Y se puede hacer tanto con chicharro solo, como con huevos solos, como con ambas cosas mezcladas. En todos los casos la salsa está para mojar. Así que has de tener un buen pan, esponjoso y blanco, si es de hogaza y de leña tanto mejor  

      En primer lugar se parten los chicharros en trozos generosos, se salan y se fríen a fuego fuerte y se reservan. En una cazuela apropiada se echa un poco de aceite hasta cubrir el fondo. Se echan unas ramas de perejil, dos rebanadas de pan finas y un diente de ajo laminado. Cuando esté dorado se saca todo, se machaca en el mortero, se echa en el mortero también una cucharilla de harina y se reserva. En el aceite de la cazuela se echa otra poca de harina y se sofríe con un poco de perejil picado. Después, con el aceite no muy caliente se vierte una cucharilla de pimentón (media de dulce y media de picante, al gusto) y se sofríe unos segundos sin que llegue a quemarse, esto es importante. Enseguida se vierte lo que teníamos en el mortero desleído en un poco de agua y se deja hervir un minuto revolviendo hasta que la salsa se ligue y se espese un poco. Después se echan los trozos de chicharro que ya habíamos frito, un par de hojas de laurel y se le da un hervor para que se mezclen sabores, no mas de tres o cinco minutos.

    Al final, cuando queden tres minutos, a voluntad, se pueden echar los huevos (sin cáscara, claro) en medio de las tajadas de chicharro, bien para cocerlos, bien para escalfarlos. Eso ya al gusto o según la pericia del cocinero. Dejarlos de tal modo que la yema esté a medio hacer sería ideal para que al cortarlos se extienda la yema por el plato y... a disfrutar!!!

     Esto pide un vino, cualquiera vale. Si es bueno mejor, pero si es malo se puede mezclar con gaseosa, esa bebida tan denostada pero que mejora el vino malo y lo convierte en refrescante y nos permite el trago largo. Yo no soy partidario de comer con cerveza y menos aún con ningún tipo de refresco de cola o similar. Es preferible en ese caso el agua. Pero aquí un blanco o un clarete serían los idóneos si se sirven fresquitos.

    Y lo más importante, siempre lo decimos, cuida la compañía. Si no tienes una buena compañía la comida se convierte en un mero trámite nutritivo pero ya no es comida.

    Salud y buen apetito.

 

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