• Mejillones

• Aceite

• Perejil

• Ajo

• Harina

     Se limpian los mejillones y se cuecen en una pota apropiada. Previamente se echa en ella un poquito de agua, muy poco, y se vierten los mejillones.

    Una vez estén abiertos se retiran, se dejan enfriar un poco, se les quita la cáscara en la que no están enganchados y se reservan. El agua de la cocción se cuela y también se reserva.

    Por cierto, los mejillones pueden ser comidos así, al vapor, sin más aditamentos y están igualmente buenísimos. De modo que si tenemos más prisa o menos ganas de prepararlos, adelante.

    Pero si queremos una buena salsa, en una cazuela de culo ancho se echa aceite abundante y se fríe un diente de ajo, una rebanada de pan y unas ramas de perejil. Una vez dorado se retira y se machaca todo en el mortero.

     Se cortan unas ramas de perejil en trozos muy, muy pequeñitos y se echan en el aceite de la cazuela no muy caliente para que no salte. Enseguida se echa una cucharadita de harina y se sofríe todo a fuego bajo. Una vez dorado se echa el agua de la cocción de los mejillones en el aceite no muy caliente y el majado del mortero. Se sube el fuego y se hierve hasta que quede homogénea y ligeramente espesa, al gusto. Eso dependerá de la cantidad de harina que hayamos echado. Si vemos que no queda lo suficientemente espesa podemos desleír en el mortero otro poco de harina en un poco de agua hasta deshacer los grumos y echarla a la cazuela. La salsa se volverá más espesa una vez hervida.

   Se deja cocer no más de tres cinco minutos y... listo. A comer. Comida barata, fácil, sabrosa y nutritiva. Como siempre todo esto puede ser mejorado con dos cosas más; en primer lugar un vino de rueda, un albariño o un clarete prieto picudo y, en segundo lugar y sobre todo, una buena compañía. Lo último es esencial, lo primero, aunque aconsejable, es prescindible o sustituible.

    Salud y buen apetito.

        Cabe también la posibilidad de hacerlos a la vinagreta, lo cual es mucho más sencillo e incluso menos arriesgado que hacerlos en salsa. Existen muchas formas de hacer una vinagreta. ¿La mejor? La que más nos guste, por eso recomiendo experimentar. En cocina entiendo que no hay absolutos. Yo propongo la siguiente:

Ingredientes.

Cebolleta

Pimiento verde

Pimiento rojo

Aceite virgen extra

Vinagre

Sal

     Se preparan los mejillones como decimos más arriba.

     Se cortan en trocitos muy pequeños todos los ingredientes. Puede hacerse uso de una picadora, pero queda mucho mejor a mano, además te entretienes y mientras picas, siempre con los dedos retraídos, puedes ordenar tu mente sin perder ningún dedo. Además, la buena cocina debe hacerse con amor y paciencia, nunca con prisas.

    En un bol o ensaladera aparte, se mezcla, en las proporciones que más te gusten, el aceite y el vinagre. Por supuesto el aceite siempre tiene que ser más abundante, el vinagre podría ser un tercio del aceite y, si te gusta, se emulsiona un poco con un batidor, un tenedor o con unas varillas la mezcla hasta dejar la textura deseada. Por último, se vierten en el bol las cebolletas y pimientos picados y se mezcla todo muy bien. Se reparte uniformemente en los mejillones apropiadamente colocados y... a disfrutar de una comida sana, agradable y refrescante.

   Esto, con un vino blanco verdejo, con un clarete fresco prieto picudo o incluso con una buena cerveza, junto con algún amigo o familiar no tiene sustituto que lo mejore, ni siquiera que lo iguale.